martes, 20 de julio de 2010

MIAU

Los entendidos en música clásica reconocerán esta pieza de Rossini rápidamente. Yo, lamentablemente desentendido, no la conocía. Grandísima la composición e inmensa interpretación de los dos niños.



Dedicado especialmente a Silverio y Triana.

CUIDENSE.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo mejor: el vestuario. Ya los podían haber vestido con algo más felino, pobres críos...

Mal-L